La Cumbre de la OTAN en Washington ha sido escenario de decisiones cruciales en apoyo a Ucrania, tras el mortal ataque de Rusia a un hospital pediátrico en Kiev. En una respuesta firme y concertada, Estados Unidos y sus socios europeos han acelerado la entrega de armamento esencial para que Ucrania enfrente la ofensiva veraniega ordenada por Vladimir Putin desde Moscú.
El presidente Joe Biden anunció la entrega de baterías de defensa antiaérea Patriots y aviones F-16 a Ucrania. En paralelo, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha permitido a Ucrania utilizar misiles Shadow Storm contra blancos en Rusia, un cambio significativo en la política británica, hasta ahora enfocada en evitar una escalada directa con Moscú.
El ataque a Kiev, atribuido a misiles lanzados desde territorio ruso, ha sido el catalizador de estas decisiones. Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, llegó a Washington con pruebas del origen del ataque y busca el respaldo para utilizar todo el armamento de la OTAN en territorio ruso, argumentando que esto podría prevenir futuras tragedias como la del hospital pediátrico.
“Los misiles fueron entregados con fines defensivos, pero corresponde a Ucrania decidir cómo desplegarlos para esos fines defensivos”, declaró Starmer, en un giro estratégico que respalda las tácticas defensivas y ofensivas de Ucrania.
Además de la contribución de Estados Unidos y Reino Unido, otros países miembros de la OTAN, incluidos Italia, Dinamarca, Noruega, Rumania, Bélgica y los Países Bajos, también han comprometido apoyo militar, proporcionando aviones F-16 y sistemas de defensa SAMP-T, diseñados para detectar misiles de mediano y largo alcance.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, destacó el inicio de la transferencia de los jets F-16 durante la cumbre, una medida celebrada por Zelensky en sus redes sociales: “Agradezco a Estados Unidos, Dinamarca y Países Bajos por tomar medidas prácticas para fortalecer la fuerza aérea ucraniana con F-16”.
El apoyo no se detiene en material bélico. La OTAN aprobará un paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares para Ucrania, destinado a mejorar sus defensas territoriales y aumentar su capacidad militar-industrial, una decisión que se anunciará formalmente en la reunión de trabajo entre la OTAN y Ucrania.
Esta serie de medidas busca contener la reciente ofensiva rusa, proporcionando a Ucrania los recursos necesarios para defenderse y repeler la invasión. “Para defendernos necesitamos siete Patriots más o sistemas de defensa aérea similares, y es un número mínimo”, urgió Zelensky en abril, subrayando la importancia de estos sistemas para salvar vidas y cambiar la situación en el terreno.
La tragedia del hospital en Kiev ha acelerado el apoyo occidental a Ucrania, marcando un punto de inflexión en la guerra. Con las nuevas entregas de armamento y el paquete de ayuda, la OTAN reafirma su compromiso de respaldar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa.