La falta de conciencia por el medio ambiente del director de la paraestatal, Octavio Romero Oropeza no es nueva, data desde su encargo como Oficial Mayor del entonces Gobierno del Distrito Federal durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, cuando vendió terrenos contaminados
El cambio climático que ha sido evidente en días recientes con las olas de calor que han llevado los termómetros en algunos estados del país a superar los 40 grados son un reclamo del planeta a la contaminación con gases invernadero; lamentablemente, Petróleos Mexicanos (PEMEX) ocupa el lugar 12 a nivel mundial entre las petroleras que emiten este tipo de gases.
México incumple así sus compromisos a nivel internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), las emisiones de metano superan ocho veces a otras empresas que producen más petróleo, revela un estudio de la organización no gubernamental México Evalúa.
PEMEX no solo enfrenta una crisis económica, sino su administración en manos de un ingeniero agrónomo desconoce por completo el impacto al medio ambiente que causa la paraestatal con este tipo de emisiones las cuales, contrario a los compromisos internacionales, reflejan índices alarmantes al alza.
Y qué decir de la administración de PEMEX que ha tomado decisiones erróneas respecto al procesamiento de hidrocarburos, cuando un grupo de funcionarios cercanos al director general bloquean la adquisición de químicos que cuenten con certificación internacional, para otorgar contratos a empresarios amigos que incumplen con las normas internacionales.
Los principales responsables de esta operación, con la anuencia del titular de PEMEX, son el director Corporativo de Administración y Servicios, Manuel Herrería Alamina y el jefe de Proyectos del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Félix Domínguez Domínguez.
La dudosa calidad de estos químicos genera mayor contaminación durante el proceso de producción y refinación, situación que no sólo representa un impacto negativo al medio ambiente, sino también un riesgo latente a la integridad física de los trabajadores y ciudadanos en general.
Si a esto se suma la falta de mantenimiento de las instalaciones estratégicas y la deuda que mantiene PEMEX con distintos proveedores, forman una tormenta perfecta para agravar la crisis por la cual atraviesa la petrolera.
La falta de conciencia por el medio ambiente del director de la paraestatal, Octavio Romero Oropeza no es nueva, data desde su encargo como Oficial Mayor del entonces Gobierno del Distrito Federal durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, cuando vendió terrenos contaminados a Elvira Daniel Kabbaz Zaga, sin exigir medidas de mitigación, lo que causó la contaminación de pozos profundos de agua en la capital del país.
Recientemente en distintas colonias de la alcaldía Benito Juárez la ciudadanía reportó fuerte olor a hidrocarburo en el agua potable, lo que ocasionó el cierre definitivo del pozo Alfonso XIII, donde se detectó el origen de la contaminación del vital líquido.
La contaminación se ha extendido a colonias de Gustavo A. Madero y al municipio mexiquense de Nezahualcóyotl, donde se ha reportado presencia de hidrocarburos en el drenaje.
La deficiente operación de PEMEX y las omisiones de su titular y su equipo cercano, sin duda son una bomba de tiempo que podría estallar durante la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien heredará esta grave crisis que integra también millonarios adeudos, a la cual deberá dar una salida por el bien de la ciudadanía y el medio ambiente.
RAPIDITAS:
–Marcelo a Economía; Rosaura Ruíz a Ciencia; Juan Ramón de la Fuente, Canciller; Alicia Bárcena a Medio Ambiente; Julio Berdegué a Agricultura y Ernestina Godoy, Consejera Jurídica, son los primeros.
-El colega periodista Humberto Padgett,investigador en temas de seguridad, denunció que Ulises Lara, fiscal capitalino, entregó sus datos a la delincuencia organizada y en redes sociales le espetó: “A chingarse los periodistas y abrazar a los criminales…Ya aplastaste a un reportero. Eres grande”.