El chavismo busca mejorar relaciones con Washington tras años de sanciones y aislamiento.
En un evento sin precedentes, un grupo de 190 venezolanos deportados desde Estados Unidos arribó este lunes a Venezuela en dos vuelos de la aerolínea estatal Conviasa. La llegada de los repatriados es parte de un acuerdo alcanzado entre el régimen de Nicolás Maduro y la administración de Donald Trump, que ha intensificado su política de deportaciones masivas.
El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, confirmó la llegada del primer vuelo a las 21:03 horas, seguido poco después por un segundo avión con más deportados. “Están todos los organismos, la Cruz Roja Internacional, la Cruz Roja venezolana (…) están los medios de comunicación, los bomberos, el Ministerio de Asuntos Penitenciarios”, declaró Cabello en una transmisión oficial desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
Por su parte, Maduro calificó el operativo como “un paso favorable y positivo” en el camino hacia la “construcción de relaciones de respeto, comunicación y entendimiento” con Washington. Sin embargo, el mandatario sigue enfrentando el aislamiento internacional tras su cuestionada reelección en julio de 2024, la cual fue rechazada por Estados Unidos y varias democracias occidentales.
Un acuerdo con condiciones
El retorno de los migrantes se enmarca en un pacto firmado el 31 de enero entre Maduro y Richard Grenell, enviado especial de Trump. Como parte del acuerdo, el chavismo liberó a seis ciudadanos estadounidenses que estaban encarcelados en Venezuela, un gesto que busca generar acercamientos con la Casa Blanca.
Trump, quien inició su segundo mandato en enero, ha reforzado su política migratoria con la promesa de ejecutar la “mayor campaña de deportación en la historia de EE.UU.”. Millones de indocumentados están en riesgo de ser expulsados, incluidos miles de venezolanos que huyen del colapso económico y la represión del chavismo.
La Casa Blanca divulgó imágenes de los deportados subiendo a los aviones bajo la custodia de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Testigos de la agencia AFP observaron que varios pasajeros carecían de cordones en sus zapatos, una medida de seguridad común en estos procedimientos.
El chavismo aseguró que entre los deportados había presuntos miembros del Tren de Aragua, grupo criminal que Trump ha declarado organización terrorista. No obstante, el régimen no presentó pruebas que respalden la acusación y denunció que la narrativa busca “estigmatizar a los migrantes venezolanos”.
Venezuela y EE.UU.: Relaciones en la cuerda floja
Maduro intenta reabrir canales de diálogo con Washington tras años de sanciones y ruptura diplomática. En 2019, el gobierno de Trump desconocía su permanencia en el poder y aplicó un embargo petrolero que afectó gravemente la economía venezolana.
Aunque la administración de Joe Biden mantuvo la postura de no reconocer a Maduro, en 2023 se produjeron algunas negociaciones, incluida la liberación de Alex Saab, supuesto testaferro del mandatario. Sin embargo, Trump ha dejado claro que no flexibilizará las sanciones y que “probablemente” detendrá la compra de petróleo venezolano.
El endurecimiento de la política estadounidense ha generado presiones en el sector energético. Varios congresistas republicanos han solicitado cancelar las licencias que permiten a empresas como Chevron, Repsol y Maurel & Prom operar en Venezuela.
Mientras tanto, la crisis humanitaria en el país continúa empujando a miles de venezolanos al exilio. La pobreza, la corrupción y la represión siguen siendo las principales razones por las que ciudadanos arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor fuera de su tierra natal.
