“No fuera yo”: La exalcaldesa reprocha trato desigual en cuestionamientos públicos.
En un nuevo capítulo de la polémica que rodea a Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc y actual candidata al Senado por Movimiento Ciudadano, la política volvió a encender el debate en redes sociales. Esta vez, el tema fue su reproche hacia la presidenta Claudia Sheinbaum, quien defendió públicamente a la empresaria Altagracia Gómez Sierra tras recibir críticas por portar un abrigo de lujo durante la presentación del Plan México.
El pasado jueves, Sheinbaum calificó los comentarios negativos hacia Gómez como actos de “misoginia” y “cobardía”, en un intento por desviar la atención de las redes sociales, donde el tema había generado controversia. “Es mucha cobardía, mucho odio, misoginia”, señaló la presidenta durante su conferencia matutina, defendiendo el papel de Gómez Sierra como una figura clave y solidaria en la implementación de iniciativas gubernamentales, aunque aclaró que no ocupa ningún cargo oficial ni recibe pago alguno por su labor.
Sin embargo, el comentario de Sheinbaum fue duramente criticado por Sandra Cuevas, quien en su cuenta de X (antes Twitter) respondió de manera escueta pero contundente a una nota publicada por Proceso: “No fuera Sandra Cuevas…”. La frase, que rápidamente se viralizó, aludió al tratamiento que la exalcaldesa ha recibido en situaciones similares.
Lujo, política y cuestionamientos
Sandra Cuevas, conocida por su estilo de vida ostentoso, ha sido objeto de duras críticas en el pasado debido a su costosa forma de vestir. Durante su gestión como alcaldesa de Cuauhtémoc, las prendas de diseñador que utilizó se convirtieron en tema de conversación constante en medios y redes sociales. Entre las piezas más destacadas se encuentran un collar Tiffany & Co. de más de 300 mil pesos y un pantalón similar al de la cantante Taylor Swift, valuado en casi 16 mil pesos. Incluso, medios reportaron que el valor de su guardarropa ascendía a 789 mil 487 pesos.
La controversia no solo ha puesto a Cuevas en el ojo público, sino que también ha alimentado un debate sobre el papel de las figuras políticas en la representación de los valores sociales y la percepción de privilegios entre los ciudadanos.
Respaldo a Altagracia Gómez
En contraste, la empresaria Altagracia Gómez Sierra recibió un respaldo categórico de Claudia Sheinbaum ante una situación similar. Gómez fue criticada esta semana por portar un abrigo de lujo en un evento oficial, lo que desató cuestionamientos sobre la congruencia entre su imagen y el mensaje gubernamental de austeridad.
Sheinbaum no solo rechazó las críticas, sino que destacó las contribuciones de Gómez al Plan México, un proyecto clave para promover la inversión y el consumo nacional en sectores estratégicos. Según la presidenta, los ataques contra Gómez son un reflejo del odio y los prejuicios que aún persisten en el ámbito público.
¿Doble estándar en la política?
La comparación que hizo Sandra Cuevas ha abierto un debate más amplio sobre si existe un doble estándar en la forma en que se juzga a figuras públicas por su apariencia o estilo de vida. Para algunos analistas, el respaldo de Sheinbaum a Gómez Sierra muestra un trato diferenciado que, según Cuevas, no se ha extendido hacia ella en situaciones similares.
Mientras tanto, Cuevas sigue utilizando su presencia en redes para posicionarse como una voz crítica hacia el gobierno actual, apelando a un discurso de presunta persecución política y desigualdad en el tratamiento mediático.
