El presidente impone aranceles y designa a los cárteles como organizaciones terroristas
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado su segundo mandato con una acción contundente contra el narcotráfico, centrándose en la lucha contra el fentanilo, una crisis que ha devastado a su país. En su primera medida relevante, el mandatario republicano firmó una orden ejecutiva designando a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras” y anunció aranceles de hasta el 25% sobre productos provenientes de México, Canadá y China, a quienes culpa de facilitar el flujo de drogas hacia su territorio.
Desde su toma de posesión el 20 de enero, Trump ha mantenido una postura agresiva frente al narcotráfico y la migración ilegal, prometiendo acabar con la crisis del fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y responsable del 70% de las más de 107.000 muertes por sobredosis anuales en EE.UU. La Casa Blanca considera que México, bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum, ha permitido la proliferación de los cárteles en su territorio, asegurando que existen vínculos entre el narcotrafico y la administración federal.
El comunicado oficial de la Casa Blanca calificó la supuesta alianza entre el gobierno mexicano y los cárteles como “intolerable” y justificó los aranceles como una medida de presión para forzar una acción más contundente contra el crimen organizado. “El anuncio arancelario de hoy es necesario para responsabilizar a China, México y Canadá de sus promesas incumplidas en la lucha contra el fentanilo”, afirmó el gobierno estadounidense.
Estados Unidos señala que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación controlan el tráfico de fentanilo, utilizando precursores químicos provenientes de China. Un informe de la DEA revela que el 97% de las incautaciones de fentanilo en los últimos años estaban vinculadas a sustancias provenientes del gigante asiático. Washington también ha acusado a Canadá de ser un punto de distribución clave en la crisis de opioides, tras la incautación de suficiente fentanilo para matar a 9,8 millones de estadounidenses en el último año.
Las tensiones entre Trump y Sheinbaum se intensificaron luego de que la presidenta mexicana calificara las acusaciones de “calumnias” y reiterara que México está comprometido en combatir el narcotráfico. Sin embargo, la administración estadounidense insiste en que los esfuerzos mexicanos son insuficientes. “Todas las opciones están sobre la mesa”, advirtió el secretario de Defensa, Pete Hegseth, dejando abierta la posibilidad de una intervención militar selectiva contra los cárteles.
El secretario de Estado, Marco Rubio, será el encargado de elaborar la lista de los cárteles que serán oficialmente designados como organizaciones terroristas. Entre ellos se encuentran Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Juárez, el Cártel del Golfo, Los Zetas y el Cártel de los Beltrán Leyva. Con esta designación, Estados Unidos podría autorizar operaciones encubiertas, sancionar a individuos y congelar activos financieros de cualquier entidad que se vincule con estas organizaciones.
Por otro lado, la relación entre EE.UU. y China también se deteriora con esta medida. Washington acusa a Beijing de facilitar el suministro de precursores químicos para la producción de fentanilo. “China no solo no detiene la exportación de sustancias químicas ilegales, sino que apoya activamente esta industria”, denunció la Casa Blanca.
En un contexto de crecientes tensiones internacionales, Trump justificó su acción alegando que el pueblo estadounidense le otorgó un mandato claro para frenar la crisis de las drogas y reforzar la seguridad nacional. “Los estadounidenses votaron abrumadoramente para detener el flujo de inmigrantes ilegales y drogas en nuestras fronteras, y no fallaré en cumplir mi promesa”, declaró el mandatario.
La polémica medida ha generado reacciones encontradas a nivel global. Mientras sectores conservadores en EE.UU. respaldan la postura dura del presidente, críticos advierten que estas sanciones podrían tensar aún más las relaciones diplomáticas y afectar la economía trilateral. En México, la respuesta de Sheinbaum apunta a evitar un conflicto abierto con Washington, pero queda por verse si Trump estará dispuesto a suavizar su posición sin resultados concretos.