El ciclón, que alcanzó la categoría 3, provocó deslaves y destrucción en la región; se activaron planes de emergencia y operativos de rescate.
El Huracán John impactó la costa de Guerrero la noche del lunes, dejando a su paso un saldo de dos muertos, varios municipios con daños materiales severos y comunidades incomunicadas. Según informó la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), el ciclón alcanzó la categoría 3 antes de golpear Marquelia, una pequeña localidad en la costa del estado, arrasando con intensas lluvias y vientos de más de 185 kilómetros por hora.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la titular de la CNPC, Laura Velázquez Alzúa, explicó que en Guerrero y Oaxaca se activaron inmediatamente los planes DN-III, de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), y la Marina para apoyar en las labores de rescate y asistencia a la población damnificada. Las fuerzas de seguridad, incluida la Guardia Nacional, han sido desplegadas para atender las necesidades urgentes de las comunidades más afectadas por las inundaciones y deslaves provocados por el fenómeno natural.
Deslave mortal en Tlacoachistlahuaca
Evelyn Salgado Pineda, gobernadora de Guerrero, confirmó que en el municipio de Tlacoachistlahuaca, en la región de la Costa Chica, dos personas perdieron la vida como consecuencia de un deslave. Las autoridades locales trabajan con maquinaria pesada para despejar caminos y evitar más tragedias, ya que las lluvias persistentes han generado un alto riesgo de nuevos deslizamientos de tierra en áreas montañosas.
Además de las víctimas mortales, la gobernadora informó sobre daños significativos en diversos municipios como Ometepec, San Marcos y Cuajinicuilapa, donde las fuertes lluvias han provocado inundaciones, cortes en el suministro de energía eléctrica y caminos bloqueados por el lodo y los escombros. Equipos de emergencia se encuentran evaluando los daños y brindando ayuda a las familias que lo han perdido todo. Hasta el momento, no se ha precisado el número total de viviendas destruidas ni el alcance completo de los daños.
Operativos de rescate y apoyo
El Plan DN-III, junto con los operativos de la Marina y la Guardia Nacional, se ha activado en su máxima capacidad en las zonas afectadas. Las brigadas de rescate han comenzado a distribuir alimentos, agua potable y medicamentos a las personas afectadas, mientras que helicópteros y vehículos especializados se han enviado para realizar evacuaciones en comunidades que han quedado aisladas debido al colapso de puentes y carreteras.
Por su parte, la Cruz Roja Mexicana y organizaciones de protección civil a nivel local y federal han solicitado donaciones de artículos de primera necesidad, como cobijas, ropa y medicamentos, ya que las familias afectadas han quedado en condiciones extremadamente precarias tras el paso del huracán.
La respuesta del gobierno federal
El presidente López Obrador señaló durante su conferencia que el gobierno federal está en estrecha coordinación con las autoridades estatales y municipales para brindar apoyo inmediato a Guerrero y Oaxaca. “Entró fuerte, con muchas lluvias”, expresó AMLO al referirse al Huracán John, enfatizando la rapidez con la que el ciclón pasó de tormenta tropical a un huracán de gran magnitud. El mandatario aseguró que se hará un seguimiento continuo de la situación y que se priorizará la ayuda a los municipios más necesitados.
Hasta el momento, se ha confirmado que el sistema de alerta temprana funcionó correctamente, lo que permitió evacuar a cientos de personas de las áreas más vulnerables antes de que el huracán tocara tierra. Sin embargo, el balance de daños y pérdidas humanas aún podría aumentar conforme las autoridades accedan a las zonas más remotas y completen sus evaluaciones.
Medidas preventivas y el cambio climático
Este huracán, que se formó rápidamente la mañana del lunes, ha reavivado el debate sobre el impacto del cambio climático en la formación de ciclones tropicales cada vez más violentos y frecuentes. Los expertos señalan que las temperaturas más cálidas del océano están intensificando estos fenómenos meteorológicos, lo que plantea un desafío adicional para las autoridades en materia de prevención y respuesta ante desastres.
Las medidas preventivas, como los refugios temporales y las campañas de concienciación, son fundamentales para minimizar los riesgos durante la temporada de huracanes. Sin embargo, la magnitud de este ciclón ha evidenciado que aún falta mucho por hacer en cuanto a la infraestructura y la planificación para enfrentar catástrofes de esta naturaleza.
Apoyo y recuperación
A medida que las aguas comienzan a bajar, las autoridades locales han empezado a coordinarse para la reconstrucción de las áreas afectadas. Los gobiernos de Guerrero y Oaxaca han hecho un llamado a la ciudadanía para colaborar en las labores de limpieza y recuperación de infraestructuras como escuelas, hospitales y caminos que resultaron gravemente dañados.
El proceso de recuperación será largo, pero tanto el gobierno federal como las organizaciones civiles han prometido continuar con el apoyo hasta que las comunidades afectadas puedan retomar la normalidad.