Padre e hijo mueren esperando ayuda durante incendio en California

Un padre y su hijo, ambos discapacitados, mueren atrapados en su hogar mientras esperaban auxilio.

Padre e hijo mueren atrapados en su hogar
Anthony Mitchell, de 68 años, y su hijo Justin, de 33, fallecieron el pasado 10 de enero en Altadena, California, cuando el incendio Eaton consumió su vivienda sin que llegara la ayuda que habían solicitado. Ambos eran discapacitados y dependían de sillas de ruedas, lo que les impidió escapar por sí mismos. Según informó The New York Times, sus reiteradas llamadas a los servicios de emergencia no obtuvieron una respuesta a tiempo.

El incendio Eaton, originado en el Bosque Nacional Ángeles, se propagó rápidamente debido a fuertes vientos, destruyendo decenas de hogares en Altadena. Anthony, quien había perdido una pierna el año anterior debido a complicaciones de diabetes, alcanzó a llamar a su hija, Hajime White, poco antes de la tragedia. “Nena, tengo que colgar. El fuego acaba de entrar al jardín”, fueron sus últimas palabras.

Horas después, los cuerpos de Anthony y Justin fueron hallados entre los escombros de su vivienda, situada en una tranquila calle arbolada. Justin, nacido con parálisis cerebral, estaba postrado en cama, mientras que el hijo mayor, Jordan, quien habitualmente los cuidaba, estaba hospitalizado por una infección grave en esos días.

Fallas en la respuesta de emergencia
A pesar de los múltiples llamados de auxilio, las grabaciones de las líneas de emergencia revelan que, aunque la dirección de los Mitchell fue identificada como prioritaria, ningún equipo llegó a tiempo. El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles explicó que los recursos estaban limitados por otro incendio de grandes proporciones en la región.

“¿Dónde estaban la ambulancia y los cuidadores? ¿Por qué nadie llegó?”, se pregunta Hajime White, en busca de explicaciones. Varias agencias involucradas en la respuesta han negado tener registros de las llamadas relacionadas con este caso, desviando la responsabilidad al Departamento del Sheriff, que no ha emitido comentarios.

Un hombre querido por su comunidad
Anthony Mitchell, descrito como un hombre amable y de espíritu comunitario, solía organizar barbacoas para vecinos y preocuparse por el bienestar de los niños de la zona. Su hijo Justin, ávido lector, compartía con su padre el hábito de leer juntos periódicos y libros.

La familia Mitchell se había reunido en noviembre pasado para celebrar el cumpleaños 68 de Anthony, un momento de unión en un año marcado por la pérdida de su esposa en octubre. La casa donde vivían, heredada por la familia, era más que un hogar: era un símbolo de amor y perseverancia para sus hijos.

Una comunidad herida por la tragedia
El incendio Eaton dejó a Altadena devastada, con familias desplazadas y hogares destruidos. La vivienda de los Mitchell fue reducida a cenizas; en el patio, entre los restos calcinados, aún se encontraban las parrillas donde Anthony cocinaba sus famosas barbacoas.

Las últimas palabras de Anthony a su hija reflejan su fe en que llegaría el rescate: “Ellos nos sacarán. Deberían llegar pronto”. Pero la ayuda nunca llegó. Ahora, su familia exige justicia y claridad sobre los errores que permitieron esta tragedia.

La historia de Anthony y Justin es un recordatorio doloroso de las fallas en la gestión de emergencias que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.