Xi Jinping impulsa un relato nacionalista y minimiza el papel de Estados Unidos
El régimen de China ha intensificado su campaña para redefinir la historia de la Segunda Guerra Mundial, buscando destacar su propio papel junto a Rusia y restar importancia a la participación de Estados Unidos. Este esfuerzo se da en medio del auge del nacionalismo y de tensiones crecientes con Washington.
Xi Jinping y Putin destacan su papel en la victoria
En Beijing, Xi Jinping recibió a Vladimir Putin en vísperas del desfile conmemorativo. Durante el encuentro, el mandatario chino subrayó la responsabilidad compartida de ambos países como vencedores del conflicto y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Académicos y centros de pensamiento oficiales han descrito la ayuda estadounidense como un acto movido por intereses propios. Incluso publicaciones estatales aseguraron que, aun sin esa asistencia, China habría tenido posibilidades de derrotar a Japón. Además, el régimen intenta diluir el papel histórico de Chiang Kai-shek, líder nacionalista que resistió la invasión japonesa antes de trasladarse a Taiwán.
Cultura popular y propaganda nacionalista
La reinterpretación de la historia se ha extendido al cine y a las redes sociales. Producciones como The Volunteers y Dead to Rights muestran a Estados Unidos como enemigo y destacan los sacrificios chinos frente a Japón.
Clips generados por inteligencia artificial circulan en Douyin, presentando diálogos ficticios entre soldados de la Segunda Guerra Mundial y militares actuales. Algunos videos superan los 19 millones de “me gusta”, y se han convertido en herramientas de educación patriótica para niños y jóvenes.
Historias personales ilustran el impacto emocional de esta propaganda. Padres relatan cómo sus hijos regresan de las aulas con discursos nacionalistas, mientras trabajadores y estudiantes expresan sentimientos de odio, tristeza o rabia tras ver estas producciones.
Historiadores destacan la ayuda estadounidense
Especialistas advierten que la narrativa oficial omite hechos esenciales. Estados Unidos destinó más de 700 millones de dólares en ayuda militar a China bajo el programa Lend-Lease. Además, los pilotos voluntarios conocidos como Flying Tigers y el general Joseph Stilwell fueron claves en la resistencia china.
Rana Mitter, profesor de la Harvard Kennedy School, explicó que la supervivencia de China dependió tanto de la resistencia interna como del apoyo estadounidense. Señaló que el régimen actual selecciona fragmentos de la historia para ajustarlos a sus necesidades políticas.
El aniversario de la rendición japonesa ha sido utilizado por Beijing para consolidar un relato donde se presenta como gran potencia militar y defensora del orden mundial, relegando a Estados Unidos y sus aliados a un papel secundario.

También te puede interesar: