En su conferencia matutina del miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abordó la crisis de consumo de drogas en Estados Unidos, específicamente el fentanilo, y aprovechó para reconocer los problemas de seguridad que enfrenta su administración. Mientras destacó que México no sufre el mismo nivel de consumo de drogas que su vecino del norte, López Obrador admitió que el país enfrenta serios problemas de inseguridad, violencia y homicidios.
El mandatario hizo hincapié en la gravedad de la crisis de fentanilo en Estados Unidos, que cobra la vida de aproximadamente 100 mil personas al año, y contrastó esta situación con la realidad mexicana. “Nosotros tenemos problemas de inseguridad, de violencia, de homicidios, pero no tenemos, proporcionalmente hablando, el mismo problema, el grave problema del consumo”, expresó López Obrador durante su conferencia.
No obstante, advirtió que México debe estar atento a la problemática del consumo de drogas, ya que una falta de atención a este tema podría llevar a un incremento en la violencia. López Obrador atribuyó esta potencial amenaza a una pérdida de valores y principios morales y espirituales en la sociedad.
“Hay que estar atendiendo constantemente a los jóvenes, más campañas y al carajo con el racismo, eso es un absurdo, no hay razas, eso es un atraso, eso en vez de prestigio es sinónimo de ignorancia”, enfatizó el presidente.
Las estadísticas oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan la magnitud de la violencia en México. Durante el mes pasado, se registraron 2 mil 255 homicidios dolosos, sumando un total de 12 mil 854 en los primeros seis meses del año. En el mes actual, México promedia 71.3 homicidios diarios, acumulando un total de mil 142 hasta la fecha.
La administración de López Obrador enfrenta una creciente presión para abordar la inseguridad y la violencia que afecta a diversas regiones del país. La admisión del presidente sobre estos problemas pone de relieve la necesidad de implementar estrategias más efectivas para reducir los índices de criminalidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos.