En un giro inesperado en el complejo caso del empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada, Panamá lo deportó a Paraguay tras su detención el 7 de junio por personal de migración en el Aeropuerto Internacional de Tocumen. El empresario, conocido por su implicación en los “videoescándalos” que sacudieron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en su etapa como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, no fue objeto de una solicitud de extradición por parte de México, lo que facilitó su retorno a Asunción, Paraguay.
Detención y Deportación
El Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá comunicó el 8 de junio que Carlos Ahumada fue detenido debido a una alerta roja emitida por Interpol, requerida por las autoridades mexicanas por delitos de fraude genérico y continuado. “Un ciudadano argentino que había arribado de Asunción-Paraguay y se mantenía en tránsito hacia la ciudad de Guatemala, fue devuelto debido a que mantiene alerta Roja con Interpol”, detalló el SNM en su comunicado.
El empresario portaba un pasaporte mexicano vencido y su detención fue inmediatamente comunicada a Interpol México. Sin embargo, al no recibir respuesta sobre una posible extradición dentro del plazo de 24 horas, las autoridades panameñas procedieron con su deportación a Paraguay.
Antecedentes del Caso
Carlos Ahumada, de 60 años, se convirtió en una figura central del escándalo político de los “videoescándalos” en 2004, donde se le vio sobornando a funcionarios públicos en videos difundidos por el periodista Víctor Trujillo. Este escándalo destapó una red de corrupción que involucraba a políticos de alto perfil, incluyendo a René Bejarano del PRD, conocido como “El Señor de las Ligas”.
Tras el escándalo, Ahumada fue detenido en La Habana y extraditado a México con ayuda de Interpol, enfrentando acusaciones de fraude relacionadas con obras públicas durante el mandato de López Obrador en la Ciudad de México. Fue liberado en 2007, pero nuevamente arrestado en Buenos Aires en 2019, aunque posteriormente puesto en libertad.
Falta de Respuesta de las Autoridades Mexicanas
El SNM de Panamá señaló que, a pesar de la alerta roja de Interpol, no hubo una solicitud formal de extradición por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) de México, que debió ser canalizada a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Esta omisión permitió que Ahumada fuera deportado a Paraguay, donde había iniciado su viaje antes de ser detenido en Panamá.
Hasta el momento, el Ministerio Público de la Federación no ha emitido ninguna declaración sobre la falta de acción para extraditar a Ahumada. Infobae México intentó obtener una confirmación del área de Comunicación Social de la FGR, dirigida por Alejandro Gertz Manero, pero no obtuvo respuesta.
Repercusiones y Futuro del Caso
La deportación de Ahumada a Paraguay sin una solicitud de extradición por parte de México plantea serias preguntas sobre la coordinación entre las autoridades mexicanas y los organismos internacionales. Además, resucita las sombras del pasado escándalo de corrupción que aún repercuten en la política mexicana.
Este desarrollo pone de relieve la necesidad de una revisión minuciosa de los procedimientos de extradición y cooperación internacional en casos de alta relevancia. La falta de respuesta por parte de México podría interpretarse como una muestra de desinterés o una posible estrategia política, considerando el peso histórico del caso Ahumada en la administración de López Obrador.
Mientras tanto, Carlos Ahumada se encuentra nuevamente en Paraguay, con su futuro legal incierto, pero sin duda bajo la continua vigilancia de la comunidad internacional y las autoridades mexicanas que aún podrían tomar acciones en su contra.