Un regreso político sin precedentes marca el inicio de una “revolución del sentido común”.
En un giro histórico, Donald J. Trump juró este lunes como el 47º presidente de los Estados Unidos, marcando el inicio de lo que llamó una “revolución de sentido común” y declarando que su vida fue salvada por Dios para llevar a cabo esta misión. Acompañado de un Congreso completamente republicano, Trump toma las riendas del poder con una agenda radical que busca transformar las instituciones del país.
En su discurso inaugural, prometió que su gobierno pondrá fin a lo que describió como “el declive de Estados Unidos”. Citó su reelección como un mandato popular para revertir lo que llamó “una traición horrible” y restablecer la democracia, la fe y la libertad de la nación. “Hoy comienza una nueva y emocionante era de éxito nacional”, afirmó desde la Rotonda del Capitolio, donde el evento se llevó a cabo debido al clima gélido.
Un juramento simbólico y medidas inmediatas
Trump, quien utilizó tanto la Biblia familiar como la de Abraham Lincoln, asumió el cargo frente al presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Poco después, anunció que su primera medida será declarar una emergencia nacional en la frontera sur y clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Además, firmará órdenes ejecutivas para restringir los cruces fronterizos, potenciar el desarrollo de combustibles fósiles y eliminar programas de diversidad e inclusión en el gobierno federal.
El presidente describió estas acciones como parte de una “restauración completa de Estados Unidos”, y subrayó que se encuentra “listo para actuar rápidamente”. En un mensaje a sus partidarios, aseguró que el cambio está en marcha: “Hace solo unos meses, una bala atravesó mi oreja en Pensilvania, pero Dios me salvó para liderar esta revolución”.
Un regreso histórico y controversial
Trump regresa al poder tras haber enfrentado múltiples desafíos, incluidos juicios políticos, acusaciones criminales y un motín en el Capitolio en 2021. En su discurso inaugural, reiteró su compromiso de indultar a los participantes de esos disturbios.
Su investidura también marca un hecho inédito: será el primer presidente en ejercicio condenado por un delito grave, relacionado con la falsificación de registros comerciales. A pesar de ello, Trump ha mantenido un fuerte control sobre el Partido Republicano y cuenta con el apoyo de millones de votantes exasperados por problemas como la inflación y la inmigración ilegal.
Una ceremonia atípica
El evento inaugural, modificado por las bajas temperaturas, incluyó un servicio de oración en la Iglesia Episcopal de San Juan y una reunión con el presidente saliente, Joe Biden, en la Casa Blanca. Trump y Biden compartieron una limusina hasta el Capitolio, marcando un cambio de tono tras años de tensas relaciones.
Entre los asistentes a la ceremonia estuvieron figuras destacadas como Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Elon Musk y Tim Cook, quienes se reunieron con el nuevo equipo de Trump. Musk, en particular, está previsto para liderar esfuerzos significativos de recortes en el gasto federal.
El camino por delante
Mientras Trump asume el mando, la nación enfrenta divisiones profundas y un clima de incertidumbre. Sin embargo, el nuevo presidente confía en que su agenda transformadora traerá una “marea de cambio” y devolverá el poder al pueblo.