Kamala Harris y Michelle Obama alertaron en Michigan sobre el peligro de un retorno de Trump y su impacto en los derechos femeninos y la estabilidad nacional.
En un acto de campaña cargado de fervor político y preocupaciones profundas, Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, y la ex primera dama Michelle Obama unieron fuerzas en Kalamazoo, Michigan, para advertir sobre los riesgos de una posible nueva administración de Donald Trump. Ambas líderes recalcaron que, a su juicio, el retorno del exmandatario podría representar un retroceso en los derechos de las mujeres, la estabilidad nacional y la integridad democrática de Estados Unidos.
“Un momento decisivo para el país”
Kamala Harris enfatizó la magnitud de las próximas elecciones, afirmando que “hay mucho en juego en esta elección” y que el impacto de este proceso electoral superará el de 2016 y 2020. Michelle Obama respaldó estas palabras, subrayando la importancia de la salud reproductiva y los derechos de las mujeres como asuntos de primera línea en la contienda. Ambos temas se destacaron como elementos clave en la defensa de la integridad de la ciudadanía estadounidense y de su derecho a tomar decisiones sobre sus cuerpos.
La candidata demócrata también hizo referencia a la decisión reciente de la Corte Suprema, la cual concedió inmunidad parcial a Trump en el caso del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, indicando que esto podría significar una señal alarmante sobre las barreras legales para frenar posibles abusos de poder. “Imagínense a Donald Trump sin una barrera que lo detenga”, declaró Harris, cuestionando la capacidad del sistema de frenar futuras acciones potencialmente peligrosas de Trump.
Críticas hacia Trump y sus decisiones
A lo largo de su intervención, Harris y Obama lanzaron críticas directas a la conducta de Trump. La vicepresidenta recordó que durante su mandato, el expresidente llegó a expresar admiración por figuras autoritarias, mencionando al líder nazi Adolf Hitler, y que amenazó con utilizar el poder militar contra ciudadanos estadounidenses que disentían de su gobierno.
Michelle Obama también criticó a Trump por lo que describió como “comportamiento errático y deterioro mental evidente”, destacando su historial judicial y señalando su pasado como “delincuente convicto”. Asimismo, recordó los que consideró fracasos de su administración, como su manejo de la pandemia de COVID-19, criticando que Trump desacreditara a científicos y promoviera información errónea en un momento crucial para la salud pública.
El aborto y la revocación de Roe vs. Wade
Kamala Harris subrayó la importancia de los derechos reproductivos, especialmente tras la decisión de la Corte Suprema que revocó la histórica sentencia Roe vs. Wade. Según Harris, “una de cada tres mujeres en Estados Unidos vive en un estado donde Trump prohíbe el aborto”, una situación que deja a muchas sin excepción, incluso en casos de violación o incesto. Esta situación, indicó Harris, representa un grave retroceso en el avance de los derechos de las mujeres en el país y requiere una respuesta electoral contundente.
En este sentido, Michelle Obama alentó a las mujeres a votar con independencia y determinación, subrayando que su participación es vital para proteger sus derechos. Afirmó que votar por Trump, o por candidatos de terceros partidos, podría representar “daños colaterales” para esposas, hijas y hermanas en todo el país.
Un respaldo público decisivo y el peso de Michigan
Este mitin en Michigan forma parte de una estrategia de campaña en la que Harris ha contado con el apoyo de figuras de alto perfil en momentos cruciales. En las semanas anteriores, se presentó en eventos en Houston y Atlanta, acompañada por la cantante Beyoncé y el expresidente Barack Obama, respectivamente, buscando captar el voto de diferentes segmentos de la población.
Michigan se presenta como un estado clave en esta elección, con 15 votos electorales en juego y una gran cantidad de votantes indecisos. Este territorio, que forma parte del llamado “muro azul”, es uno de los principales objetivos de los esfuerzos demócratas para consolidar una victoria en noviembre. Además, el respaldo de Michelle Obama, quien en múltiples ocasiones ha sido considerada una de las figuras más influyentes del Partido Demócrata, agrega un factor de legitimidad y confianza en un periodo electoral que, según muchos analistas, se caracteriza por una polarización sin precedentes.
Asistentes al mitin en Kalamazoo destacaron la importancia de la participación de los Obama en la campaña. Para Josette Lantis, una ciudadana de 48 años, la presencia de Michelle y Barack Obama en apoyo a Harris evoca “un tiempo menos polarizado, en el que el país se sentía como una gran familia”. La asistencia masiva y el entusiasmo del público reflejan, según algunos analistas, el alto nivel de compromiso y la relevancia de esta elección en el contexto actual.
Movilización final de la campaña de Harris
Con el día de las elecciones aproximándose rápidamente, Harris ha intensificado su estrategia para captar votos en Michigan y en otros estados clave. Con el apoyo del estratega David Plouffe, quien guio la campaña de Obama en 2008, la candidata ha dirigido esfuerzos específicos para captar el voto indeciso en el cierre de su campaña.
A medida que los votantes estadounidenses se preparan para acudir a las urnas, Harris y Obama reiteraron el llamado a la participación anticipada, subrayando que las consecuencias de este proceso serán profundas y duraderas. La candidata demócrata advirtió que, aunque considera a Trump “un hombre poco serio”, las implicaciones de su regreso a la presidencia serían “brutalmente graves”.