El régimen chavista responde a la presión militar y política de Estados Unidos con un despliegue nacional
El dictador Nicolás Maduro anunció el despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio venezolano. La medida fue presentada como un plan de seguridad, pero coincide con el aumento de la presión militar y política de Estados Unidos.
Recompensa y presión internacional
La orden de activar a las milicias se produjo tras el anuncio de Estados Unidos de aumentar a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro. Paralelamente, Washington desplegó 4.000 agentes, en su mayoría infantes de Marina, en el Caribe y Latinoamérica.
Además, la presencia estadounidense se reforzó con destructores, barcos lanzamisiles y aeronaves militares. Según fuentes citadas por CNN y medios locales, estas operaciones buscan frenar a los carteles de narcotráfico, con los que se vincula al régimen chavista.
La fiscal general de Estados Unidos destacó que recientemente fueron confiscados 700 millones de dólares en bienes relacionados con el mandatario venezolano. Las acusaciones contra el llamado Cartel de los Soles, que según Washington opera bajo el liderazgo de Maduro y altos funcionarios, se mantienen desde la administración de Donald Trump.
Estrategia interna y acusaciones externas
Durante su discurso televisado, Maduro afirmó que el plan de seguridad consiste en desplegar la capacidad de la milicia bolivariana por sectores y regiones, aunque no detalló dónde se concentrarán las fuerzas. “Las milicias deben estar preparadas, activadas y armadas”, expresó.
Al mismo tiempo, el líder chavista acusó a la Fundación Rosa Luxemburgo, con sede en Alemania, de financiar a grupos infiltrados que buscan debilitar al régimen desde adentro. Según sus declaraciones, estos movimientos fingen tener afinidad con la izquierda pero actúan en contra del oficialismo.
El dictador ya había señalado a varias ONG presuntamente financiadas por Estados Unidos y sus agencias internacionales, acusándolas de intentar lavar la imagen de quienes llamó “terroristas” responsables de los disturbios tras las elecciones presidenciales de julio de 2024.
Contexto de crisis en Venezuela
El despliegue de milicianos ocurre en un país marcado por una profunda crisis política, social y económica. La población enfrenta altos niveles de pobreza y denuncias constantes de corrupción y violaciones a los derechos humanos bajo el régimen chavista.
La respuesta de Nicolás Maduro surge en un momento de máxima tensión con Washington, que busca aumentar la presión contra su gobierno mientras promete respaldo a los ciudadanos afectados por las políticas oficiales.
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