En una audiencia del Comité Selecto de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Avril Haines, dejó boquiabiertos a los presentes al afirmar que partes del territorio mexicano están bajo el control de cárteles del narcotráfico. Sus declaraciones arrojan una nueva luz sobre la lucha contra el crimen organizado en México y plantean desafíos significativos para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la sesión, el senador Angus King, independiente por el estado de Maine, cuestionó a Haines sobre quién realmente controla México, si es el gobierno o los cárteles. La respuesta de la directora del Centro Nacional de Inteligencia fue clara: “Hay algunas partes del país que efectivamente están bajo el control de los cárteles en ciertos aspectos”.
Esta revelación se produce en un momento en que los Estados Unidos enfrentan una crisis de adicción a las drogas sintéticas, particularmente al fentanilo, un opioide extremadamente potente. Según el director del FBI, Christopher Wray, la vasta mayoría del fentanilo que está causando estragos en los Estados Unidos proviene de México, mientras que los precursores químicos para su fabricación se originan en China.
La facilidad con la que estas drogas ingresan a los Estados Unidos ha generado preocupación tanto en el ámbito de la seguridad como en el de la salud pública. A pesar de las alarmantes cifras de muertes por sobredosis de fentanilo, que alcanzan las 330 personas diarias según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), no se está abordando adecuadamente el problema en el contexto de la cooperación bilateral entre los Estados Unidos y México.
Si bien Haines destacó que la cooperación con el gobierno mexicano ha mejorado con el tiempo, la cuestión de la influencia de los cárteles en ciertas regiones del país vecino sigue siendo un tema crucial en la agenda bilateral.
Este testimonio ante el Senado estadounidense pone de relieve la complejidad y la gravedad de la situación en México en lo que respecta al control del narcotráfico y sus repercusiones en los Estados Unidos. Las autoridades mexicanas y estadounidenses enfrentan el desafío de abordar este problema de manera conjunta y efectiva para proteger a ambos países de las consecuencias devastadoras del crimen organizado y la adicción a las drogas.