La presidenta lamentó el asesinato de Alejandro Arcos Catalán y aseguró que la FGR podría atraer el caso.
En su conferencia matutina de este lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada por el reciente asesinato de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero. Este trágico suceso se suma a una serie de homicidios recientes en el municipio, incluido el de Ulises Hernández Martínez, ex secretario de Seguridad Pública local.
Sheinbaum reconoció la gravedad de los hechos y afirmó que las autoridades federales están colaborando estrechamente con las instancias estatales para esclarecer el crimen. La mandataria señaló que se está valorando la posibilidad de que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga la investigación, dependiendo del desarrollo de las pesquisas.
Investigaciones en curso y coordinación con las fuerzas federales
Durante su intervención, Sheinbaum Pardo descartó que Chilpancingo sea uno de los municipios con los índices más altos de homicidios en el país. Sin embargo, destacó que la ciudad enfrenta una situación compleja debido a los recientes asesinatos, especialmente el de Hernández Martínez y el de Arcos Catalán, ambos figuras clave en el ámbito de la seguridad local.
“No aparece dentro de los municipios con el mayor número de homicidios, pero tiene esta situación donde hace unos días asesinaron al responsable de seguridad y ahora al alcalde”, expresó la presidenta en respuesta a las preguntas de la prensa.
La mandataria también subrayó que no quiere adelantarse a ofrecer conclusiones sin contar con información precisa y actualizada. En este sentido, explicó que las investigaciones continúan en marcha con la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), en conjunto con las autoridades estatales.
“Hoy se presentó el caso en la reunión del Gabinete de Seguridad y se están haciendo las investigaciones necesarias. Estamos colaborando con la Fiscalía del Estado y evaluando si es necesario que la Fiscalía General de la República atraiga el caso”, puntualizó.
Contexto de violencia en Chilpancingo
El asesinato del alcalde Arcos Catalán fue confirmado la tarde del domingo por Alejandro Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Moreno condenó el crimen y destacó que el edil había asumido el cargo hacía menos de una semana, tras la renuncia del anterior alcalde. Este evento ha generado gran consternación en la comunidad política y social de Guerrero.
Días antes del asesinato de Arcos Catalán, el 3 de octubre, otro funcionario de Chilpancingo, el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, fue asesinado a balazos en la plaza cívica Primera Congreso de Anáhuac. La escalada de violencia no se detuvo allí; el 29 de septiembre, Ulises Hernández Martínez, ex director de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía Estatal, fue también ultimado en circunstancias similares.
Estos homicidios han provocado un clima de inseguridad en Chilpancingo y llevaron a Arcos Catalán a solicitar escoltas de seguridad debido a la creciente preocupación por su vida, una demanda que se realizó tan solo días antes de su muerte.
La estrategia de seguridad de Sheinbaum y el panorama nacional
El gobierno de Sheinbaum ha implementado una estrategia de seguridad enfocada en los municipios con los índices más altos de homicidios vinculados a la delincuencia organizada. Según el informe “Estrategia de Seguridad de los Primeros 100 Días”, el 25.3 % de los homicidios en el país se concentra en diez municipios. Entre estos destacan Colima (Colima), Tijuana (Baja California), Acapulco (Guerrero), Celaya (Guanajuato) y Ciudad Juárez (Chihuahua), entre otros.
Como parte de esta estrategia, se han desplegado recursos adicionales y medidas preventivas en municipios como Tijuana, León, Celaya, Acapulco y Colima, donde las tasas de homicidios son alarmantes. Pese a no figurar entre estos lugares, Sheinbaum reafirmó el compromiso del gobierno federal de investigar a fondo los crímenes en Chilpancingo y reforzar la seguridad en la región, sin descuidar otros puntos críticos del país.
Con el asesinato de Arcos Catalán y los homicidios previos de altos funcionarios locales, la atención pública se ha centrado en la capacidad de respuesta de las autoridades para garantizar la seguridad en el municipio y prevenir futuros actos de violencia.
Las investigaciones continúan, y se espera que en los próximos días se tomen decisiones clave sobre la posible intervención de la FGR, así como sobre las medidas de seguridad que se implementarán para frenar la ola de violencia en la zona.