En un reciente esfuerzo por esclarecer los hechos detrás del devastador ataque al Hospital Infantil Okhmatdyt en Kiev, las autoridades ucranianas han difundido fotografías que documentan el tipo de armamento utilizado por Rusia. El Servicio de Seguridad ucraniano ha publicado imágenes de fragmentos del misil de crucero Kh-101, supuestamente responsable de la destrucción parcial del mayor centro pediátrico del país, donde más de 600 niños recibían tratamiento en el momento del ataque.
El ataque, ocurrido el lunes, dejó un saldo trágico de dos trabajadores adultos fallecidos y al menos ocho heridos, entre ellos varios niños. Las autoridades ucranianas recuperaron partes significativas del misil, incluyendo fragmentos de la parte trasera y del sistema de guía, confirmando la utilización del Kh-101, un misil de crucero de fabricación rusa con una ojiva explosiva de 450 kg y un alcance estimado de 2,000 a 3,000 kilómetros.
Las imágenes del impacto, verificadas por Reuters, mostraron un misil volando a gran velocidad y en una trayectoria directa hacia el hospital, sugiriendo un ataque deliberado. El jefe de la misión de observación de los derechos humanos de la ONU en Ucrania respaldó esta versión, afirmando que el análisis preliminar indicaba que el daño fue causado por un impacto directo de un misil ruso.
A pesar de las contundentes pruebas presentadas, Rusia ha negado estar detrás del ataque. Maria Zakharova, directora de Prensa e Información del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, sostuvo que el ataque fue provocado por un misil NASAMS disparado por Ucrania, aunque no aportó pruebas que respalden esta afirmación. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró la postura de Moscú de que no atacan objetivos civiles en Ucrania.
El Kh-101, lanzado desde bombarderos estratégicos rusos, es conocido por su capacidad de vuelo a baja altitud y su tecnología stealth, lo que complica su detección por los sistemas de radar. Ucrania afirma haber interceptado y derribado 11 de los 13 misiles Kh-101 lanzados por Rusia el lunes.
El Hospital Infantil Okhmatdyt, uno de los principales centros de atención pediátrica de Ucrania, albergaba a más de 600 niños en el momento del ataque. De ellos, 94 fueron trasladados a otros centros médicos, mientras que 68 permanecen en las áreas no dañadas del hospital. El ataque también afectó gravemente a otras instalaciones en Kiev, resultando en un total de 31 civiles fallecidos.
El impacto del bombardeo resuena más allá de la capital, con 10 personas fallecidas en Krivi Rog debido a otro ataque misilístico contra una infraestructura industrial, y un civil muerto en Dnipró, capital de la región de Dnipropetrovsk.
Las investigaciones continúan mientras la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos, que subrayan la grave situación humanitaria en Ucrania y la necesidad urgente de medidas para proteger a los civiles y, en particular, a los más vulnerables, como los niños.