Claudia Sheinbaum celebra la aprobación de la reforma judicial: “Un México más democrático y justo”

La presidenta electa expresó su satisfacción por la reforma que permitirá elegir jueces por voto popular, y felicitó a la Cámara de Diputados por su ardua labor tras 17 horas de debate legislativo.

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha mostrado su respaldo total a la reciente aprobación de la reforma constitucional del Poder Judicial, que permitirá la elección de jueces y magistrados a través del voto popular. A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), Sheinbaum celebró lo que considera un avance histórico hacia un sistema judicial más democrático y justo para todos los mexicanos.

El pasado miércoles 4 de septiembre, la Cámara de Diputados aprobó esta iniciativa con 357 votos a favor, 130 en contra y ninguna abstención, luego de una intensa sesión de 17 horas. La reforma, promovida durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, representa una de las transformaciones más profundas en el Poder Judicial de los últimos 25 años.

Sheinbaum, quien asumirá la presidencia en los próximos meses, no tardó en reaccionar ante la noticia. En su mensaje, destacó el papel de los legisladores, agradeciendo “la labor y compromiso” de los diputados, a quienes felicitó por su tenacidad. En sus palabras, la reforma es un paso hacia la construcción de “un México más próspero, democrático y justo”.

Elecciones de jueces: una nueva era en la justicia mexicana

Uno de los elementos más destacados de la reforma es la introducción de elecciones populares para definir a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Se espera que las primeras elecciones de jueces y magistrados se celebren en 2025, según declaró Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. Mier también adelantó que una segunda elección se llevará a cabo en 2027, permitiendo la renovación gradual de la SCJN.

Aunque no se han dado a conocer todos los detalles del proceso, esta medida supone una transformación significativa en la estructura del Poder Judicial, orientada a incrementar la participación ciudadana en la elección de los responsables de impartir justicia en el país.

Justicia para los más vulnerables y paridad de género

Uno de los principales argumentos a favor de la reforma es su promesa de proporcionar justicia de calidad a sectores vulnerables de la población. El gobierno de López Obrador ha defendido que, mediante esta reforma, se garantizará el acceso a una justicia equitativa, especialmente para aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Asimismo, se fortalecerá el servicio de defensa pública, ampliando el alcance de las materias que cubre el Instituto Federal de Defensoría Pública. Esto permitirá que las personas más necesitadas tengan acceso a una defensa jurídica de alta calidad en todo el país.

Otra de las facetas importantes de la reforma es su enfoque en la paridad de género y la protección de las mujeres dentro del Poder Judicial. La iniciativa incluye medidas específicas para prevenir y erradicar situaciones de acoso sexual y otras formas de violencia laboral que afectan a trabajadoras del sistema judicial. Este aspecto ha sido ampliamente valorado por organizaciones feministas y defensoras de los derechos de las mujeres.

Reacciones a favor y en contra

El anuncio de la aprobación de la reforma ha generado una ola de reacciones en el ámbito político. Personalidades de diversas corrientes han expresado su opinión, ya sea respaldando la iniciativa o señalando sus preocupaciones sobre los posibles efectos que pueda tener en la independencia del Poder Judicial.

Los defensores de la reforma argumentan que esta medida permitirá que el sistema judicial sea más representativo de los intereses del pueblo, promoviendo una justicia más accesible y participativa. Sin embargo, los detractores advierten que la elección popular de jueces podría politizar al Poder Judicial y comprometer su imparcialidad, al estar los magistrados sujetos a los vaivenes de la opinión pública y las dinámicas electorales.

A pesar de estas críticas, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha dejado clara su postura: la reforma es un avance necesario para construir un México más igualitario y justo. En sus palabras, esta transformación representa una oportunidad para fortalecer la democracia y garantizar que todos los ciudadanos, especialmente los más desprotegidos, puedan acceder a un sistema judicial que realmente los represente y defienda.

Ahora, el Senado de la República será el encargado de analizar la reforma aprobada por la Cámara de Diputados. La discusión en esta instancia se anticipa intensa, dado el peso de los cambios que se proponen para el futuro del sistema judicial mexicano.