Líderes opositores buscan consolidar a Edmundo González Urrutia como “presidente electo”, mientras persisten las tensiones tras el controvertido triunfo de Nicolás Maduro, señalado por fraude.
La oposición venezolana intensifica su estrategia para lograr el reconocimiento internacional de Edmundo González Urrutia como “presidente electo”, tras las polémicas elecciones del 28 de julio que culminaron con la reelección de Nicolás Maduro, en medio de denuncias de fraude masivo. Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador, no ha publicado el escrutinio detallado, lo que ha generado un rechazo tanto dentro como fuera del país.
El CNE argumentó que la falta de transparencia se debió a un hackeo de sus sistemas, pero tanto la oposición como expertos han desestimado esta explicación. María Corina Machado, figura clave de la oposición, afirmó que cuentan con pruebas contundentes de que González Urrutia ganó las elecciones, a pesar de la orden de captura que pesa sobre él por supuesta conspiración y otros cargos. “El mundo sabe que Edmundo González es el presidente electo y que Maduro fue derrotado por paliza”, declaró Machado en un foro virtual con la organización Americas Society/Council of the Americas, con sede en Nueva York.
Desafío internacional
A pesar de las pruebas que la oposición dice tener, la comunidad internacional aún no ha otorgado un reconocimiento pleno a González Urrutia como presidente electo. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina han rechazado la reelección de Maduro, pero se han mostrado cautelosos en utilizar el término “presidente electo” para referirse a González. Mientras tanto, en Europa no existe consenso absoluto sobre cómo manejar la situación: aunque la mayoría de los países no reconocen la victoria de Maduro, aún no se ha alcanzado una postura unánime a favor de la oposición.
El antecedente del amplio reconocimiento internacional que recibió Juan Guaidó en 2019, cuando fue proclamado “presidente interino” tras la primera reelección de Maduro en 2018, sigue pesando sobre la actual situación política en Venezuela. A pesar de obtener el respaldo de más de 50 países y acceder a recursos venezolanos en el extranjero, Guaidó nunca logró consolidar un poder real dentro del país, y su figura se fue debilitando hasta desaparecer del escenario político en 2023.
Protestas y represión
Las tensiones políticas han derivado en una ola de protestas en todo el país, dejando un saldo de 27 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos, entre ellos más de un centenar de menores de edad. Aunque algunos adolescentes han sido liberados bajo medidas cautelares, la situación sigue siendo crítica. El gobierno de Maduro ha culpado directamente a Machado y a González Urrutia por la violencia, y ha solicitado cárcel para ambos.
Maduro ha descalificado a la oposición y ha afirmado que puede actuar con impunidad. “Maduro siente que puede matar, desaparecer y detener gente sin que pase nada”, dijo Machado, quien denunció la falta de rendición de cuentas del régimen ante la comunidad internacional. La Corte Penal Internacional (CPI) abrió en 2021 una investigación contra el gobierno venezolano por presuntos crímenes de lesa humanidad, tras la violenta represión de manifestaciones en 2017, lo que agrega una nueva capa de presión sobre el régimen.
Presión legal y mediática
El gobierno de Maduro ha intensificado su ofensiva contra González Urrutia, quien sigue resguardado en la clandestinidad. Las autoridades lo acusan de “conspiración”, “usurpación de funciones” y “sabotaje”. Según el fiscal general, Tarek William Saab, se ha emitido una orden de captura para que González sea presentado ante la justicia. No obstante, su abogado, José Vicente Haro, señaló que su cliente no cuenta con las garantías constitucionales necesarias para presentarse ante el Ministerio Público.
Uno de los puntos álgidos de la disputa es un sitio web creado por la oposición, que, según Machado, contiene copias de más del 80% de las actas de votación. Este portal, asegura la líder opositora, constituye la prueba de la victoria “arrolladora” de González Urrutia en las elecciones de julio. El fiscal Saab ha señalado que González, al no presentarse, está actuando en desacato y “haciendo justicia por mano propia”.
Tensiones diplomáticas y futuras sanciones
En el plano internacional, los esfuerzos diplomáticos de países como Brasil y Colombia para encontrar una solución pacífica a la crisis venezolana se han visto frustrados. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, habían intentado promover una reunión entre Maduro y la oposición, pero estas conversaciones no se han materializado. Diosdado Cabello, influyente ministro del Interior y mano derecha de Maduro, negó cualquier posibilidad de una reunión con estos líderes.
Mientras tanto, Washington evalúa nuevas medidas contra el gobierno de Maduro, con la posibilidad de reinstaurar sanciones más severas. Aunque el embargo petrolero impuesto por Estados Unidos en 2019 ha sido flexibilizado en los últimos años, el posible reconocimiento internacional de González Urrutia podría desencadenar un recrudecimiento de las sanciones.
En este contexto, la situación política y social en Venezuela sigue siendo altamente volátil, con un gobierno que enfrenta una creciente presión tanto interna como externa, y una oposición que lucha por consolidar su liderazgo en un país sumido en una profunda crisis institucional.