El expresidente de México, Ernesto Zedillo, advierte que la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador busca desmantelar la independencia del Poder Judicial y consolidar un gobierno autoritario.
El expresidente Ernesto Zedillo, quien se ha mantenido mayormente en silencio sobre la política nacional desde el fin de su mandato, rompió su tradicional discreción para lanzar una dura advertencia sobre la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Durante su intervención en la Conferencia Anual de la Barra Internacional de Abogados, Zedillo afirmó que la reforma, lejos de modernizar la justicia en México, está orientada a destruir la independencia del Poder Judicial y transformar la democracia del país en un régimen autoritario.
La Corte Suprema en la mira de AMLO
Zedillo explicó que la reforma, promovida por el actual gobierno, se origina en la “frustración” de López Obrador por no haber logrado someter a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a los designios de la llamada Cuarta Transformación (4T). “La frustración del presidente al no contar con una Corte sumisa ha evolucionado hasta transformarse en una venganza brutal”, señaló el exmandatario.
Durante su intervención, en la que también se encontraba presente la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, Zedillo acusó a quienes apoyaron la reforma de traicionar a la patria, al alinearse con lo que considera un esfuerzo del presidente para “desmantelar la integridad del Poder Judicial”. Según el exmandatario, este movimiento busca que el sistema de justicia en México esté al servicio del Ejecutivo, eliminando su capacidad de resistencia frente a los intereses políticos en el poder.
Reforma judicial: ¿democratización o control absoluto?
La propuesta de López Obrador incluye una serie de medidas que, según Zedillo, minarán la independencia judicial. Entre ellas, destaca la elección de jueces, magistrados y ministros de la Corte mediante voto popular, con candidatos preseleccionados por el Ejecutivo y el Legislativo. Además, se contempla la creación de un nuevo órgano de vigilancia sobre los juzgadores, el cual podría destituir a aquellos cuyos fallos no se alineen con los intereses del “pueblo”, un concepto que Zedillo considera ambiguo y manipulable.
“La presidencia será muy poderosa para combatir y sofocar cualquier disidencia”, advirtió Zedillo, alertando sobre las posibles repercusiones autoritarias de esta concentración de poder. “Todos los principios esenciales del estado de derecho podrán ser pisoteados”, subrayó.
Una voz que rompe el silencio
Zedillo, quien gobernó México entre 1994 y 2000, es conocido por evitar involucrarse en las discusiones políticas del país tras dejar la presidencia. Sin embargo, según explicó en su discurso, el impacto potencial de la reforma judicial lo obligó a romper su silencio autoimpuesto. En su mandato, Zedillo también impulsó una reforma judicial en 1995, pero la comparó con la actual señalando que la suya estuvo orientada a fortalecer las instituciones, mientras que la de López Obrador busca, a su juicio, destruirlas.
El expresidente fue enfático al declarar que el propósito real de la Cuarta Transformación es transformar la democracia en tiranía. “No hablan de independencia, ni de reforma. Se refieren a las felonías que transformaron episodios extraordinarios de nuestra historia en tragedia para la nación”, añadió.
Consecuencias para el Estado de Derecho
Ernesto Zedillo subrayó que la reforma judicial podría tener consecuencias irreversibles para el estado de derecho en México. Al concentrar el poder sobre el Poder Judicial en manos del Ejecutivo, se abriría la puerta para un gobierno que no tendría contrapesos reales, lo que debilitaría el control democrático y la división de poderes, pilares fundamentales de cualquier república.
El exmandatario mexicano no es el único que ha expresado su preocupación por los cambios impulsados por López Obrador. Desde que el presidente propuso la reforma, diversos sectores de la sociedad, incluyendo expertos legales y organizaciones de la sociedad civil, han manifestado su oposición, alertando sobre el riesgo de que la medida afecte negativamente la impartición de justicia y el equilibrio democrático en el país.
Zedillo concluyó su participación en la conferencia con un llamado a la reflexión sobre los impactos a largo plazo de esta reforma, advirtiendo que México podría retroceder en su camino hacia una democracia sólida y consolidada si esta iniciativa se materializa.
Un debate en el corazón de México
El discurso de Zedillo en la Conferencia Anual de la Barra Internacional de Abogados ha resonado en diversos sectores políticos y sociales, avivando el debate sobre el futuro del Poder Judicial en México. La reforma, que aún está en proceso de discusión legislativa, será un tema central en los próximos meses y podría definir la configuración institucional del país para las próximas generaciones.
La postura crítica del expresidente Zedillo añade una voz relevante al creciente coro de preocupaciones sobre los efectos de la reforma, especialmente en un contexto político donde la independencia de las instituciones ha sido puesta en cuestión.