La visita real a las zonas afectadas por la DANA se convierte en un tenso enfrentamiento ciudadano.
Lo que debía ser una visita de apoyo a las víctimas de las recientes inundaciones causadas por la DANA se transformó en una jornada caótica e inesperada en Paiporta. Este domingo, los reyes de España, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fueron recibidos con gritos, insultos y lanzamiento de barro por parte de numerosos vecinos enfurecidos.
La comitiva llegó alrededor de las 11:30 a Paiporta, uno de los municipios más castigados por el temporal. Se esperaba que la visita fuera un gesto de solidaridad y respaldo a los habitantes y a los equipos de emergencia que trabajan sin descanso para mitigar los efectos del desastre. Sin embargo, la situación comenzó a deteriorarse rápidamente.
Sobre las 12:00, la atmósfera se volvió tensa. Decenas de residentes empezaron a vociferar contra las autoridades con gritos de “asesinos”, “fuera”, “Mazón dimisión” y “Pedro Sánchez dimisión”. Los manifestantes exigían una respuesta más efectiva a la catástrofe, reclamando una mayor presencia y acciones concretas del Gobierno y la Generalitat. En cuestión de minutos, el descontento escaló, y las autoridades fueron blanco de barro arrojado por los vecinos en señal de protesta.
División en la Comitiva Real
El tumulto causó que la comitiva se dividiera. El rey Felipe VI y Carlos Mazón, con su chaleco cubierto de barro, se quedaron separados del resto, intentando mantener la calma. Felipe, en un gesto conciliador, se detuvo a hablar con algunos vecinos, buscando apaciguar los ánimos. A su lado, Mazón intentaba protegerse mientras trataba de mostrar empatía con los afectados.
Mientras tanto, la reina Letizia, visiblemente afectada, fue captada en un video de ElDiario.es dialogando con otro grupo, con los ojos llorosos y con los insultos resonando a su alrededor. Pedro Sánchez, por su parte, desapareció de la escena al primer indicio de conflicto y no fue visto de nuevo, lo que despertó críticas de algunos ciudadanos y medios.
La situación forzó a las autoridades a cancelar la visita. Los monarcas y las personalidades políticas abandonaron el área en sus vehículos oficiales, los cuales también terminaron cubiertos de barro lanzado por los manifestantes.
La Agenda de la Visita Real
Antes de que la situación se descontrolara, los reyes se habían reunido durante más de una hora con los equipos de rescate y respuesta, como la Unidad Militar de Emergencias (UME), Cruz Roja, Policía y Guardia Civil. También saludaron a personal voluntario y profesionales dedicados a la asistencia de las víctimas.
En un momento significativo, los monarcas intercambiaron palabras con el chef José Andrés, cuya ONG, World Central Kitchen, ha estado distribuyendo alimentos a los damnificados. José Andrés ha sido un pilar fundamental en las zonas afectadas, repartiendo miles de raciones de comida caliente a aquellos que lo han perdido todo por la DANA.
El objetivo de los monarcas era continuar hacia el centro de Paiporta y más tarde visitar Chiva para expresar su apoyo y cercanía a los ciudadanos más afectados. Sin embargo, el giro inesperado de los acontecimientos obligó a cancelar todos los planes restantes.
Reacciones y Comunicados Oficiales
En días previos, la Casa Real había emitido un comunicado dirigido a los afectados por la DANA. En el mensaje, los monarcas expresaron su “agradecimiento a todos los Jefes del Estado, autoridades y líderes internacionales por sus mensajes de condolencia, consuelo, apoyo y solidaridad con los españoles por las devastadoras consecuencias de la DANA”.
Amparo Folgado, alcaldesa de Torrent, mostró su gratitud tras hablar con los monarcas y subrayó la importancia del respaldo recibido. “Sus Majestades se han mostrado sumamente cercanos y comprensivos con la situación que atravesamos”, afirmó Folgado. La alcaldesa destacó el compromiso de los reyes de colaborar en la recuperación de las zonas afectadas y el valor emocional de este apoyo en momentos tan difíciles.
Pese a las palabras de aliento, la indignación de algunos ciudadanos de Paiporta reflejó la frustración acumulada tras días de tragedias y pérdidas materiales incalculables. Este episodio evidencia la complejidad de las respuestas gubernamentales a catástrofes y las expectativas de una ciudadanía que exige soluciones inmediatas y contundentes.
