Acusaciones de parcialidad y proteccionismo en la Fiscalía de la CDMX generan controversia
La bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso de la Ciudad de México ha exigido la renuncia inmediata de Ulises Lara López, encargado de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), tras los eventos ocurridos la noche del miércoles, cuando Lara impidió la detención del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, en un restaurante de la capital.
El coordinador de la bancada del PAN, Federico Döring, señaló que la intervención personal de Ulises Lara en la situación demuestra un sesgo evidente en el actuar de la Fiscalía, acusándola de proteger a aliados de la Cuarta Transformación (4T). “Vergonzosas las imágenes en donde el encargado de despacho de la Fiscalía demostró que sí es un títere y no tiene ningún tipo de prestigio profesional y cero compromisos con la justicia”, declaró Döring, quien también acusó a Lara de ser una “marioneta de MORENA”.
El incidente que detonó la exigencia del PAN se produjo poco después de las 22:00 horas del miércoles, cuando personal de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua llegó al restaurante Gin Gin, en la colonia Roma de la alcaldía Cuauhtémoc, para ejecutar una orden de aprehensión contra Corral. El exgobernador es acusado de peculado por un monto de 98 millones de pesos, además de otros cargos relacionados con corrupción, enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal.
Sin embargo, la captura no se concretó debido a la intervención de Ulises Lara, quien llegó al lugar minutos antes de que se ejecutara el mandamiento judicial. Según la versión de Lara, emitida en un comunicado oficial esta mañana, él no fue al restaurante para “rescatar” a Corral, sino para verificar la legalidad de la detención. “El señor Javier Corral decidió acompañarme para corroborar su situación jurídica. El oficio fue recibido a las 20:16 horas, minutos antes de que se buscara ejecutar el mandamiento judicial. El personal de Chihuahua NO contó con el permiso que se requiere. NO se trató de un rescate, cumplimos la ley”, afirmó Lara.
De acuerdo con las declaraciones del funcionario capitalino, el equipo legal de Corral se comunicó directamente con él para informarle sobre la inminente detención, por lo que decidió acudir al lugar para asegurarse de que la orden de aprehensión se ejecutara conforme a la ley. Tras un breve intercambio, Javier Corral salió del restaurante y se trasladó a la Fiscalía de la CDMX para aclarar su situación jurídica, retirándose posteriormente sin que se presentaran impedimentos.
Este episodio ha generado una fuerte polémica, con voces críticas que acusan a la FGJ-CDMX de actuar con parcialidad y de estar al servicio de los intereses del gobierno federal. Federico Döring fue contundente en sus declaraciones al señalar que “es una raya más al tigre en la impunidad de la 4T”, asegurando que la Fiscalía, bajo la gestión de Lara, está lejos de ser una institución autónoma dedicada a la procuración de justicia.
Por su parte, las autoridades de Chihuahua han expresado su descontento con la actuación de Lara, señalando que el exgobernador Corral enfrenta graves acusaciones de corrupción y peculado, las cuales se suman a otros cargos que han sido investigados por la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua. Entre estos cargos se encuentran la adquisición de un terreno no declarado, con un valor estimado en 4 millones de pesos, durante el tiempo en que Corral fungió como mandatario estatal.
La bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México ha manifestado que continuará presionando para que Ulises Lara deje su cargo, alegando que su actuación en este caso es una muestra clara de que la Fiscalía capitalina no opera de manera imparcial, sino bajo la influencia de intereses políticos. Esta demanda por la renuncia de Lara se enmarca en un contexto de creciente tensión entre las fuerzas políticas del país, con la justicia en el centro del debate.