El gobernador Rubén Rocha Moya respaldó a la FGR tras revelaciones de un montaje en el caso del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
En un giro inesperado dentro del caso del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, emitió su postura tras las revelaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) que señalan un montaje en los informes presentados por la Fiscalía General del Estado (FGE). Durante su conferencia semanal, Rocha fue interrogado sobre el reciente comunicado de la FGR, el cual apunta hacia la solicitud de órdenes de aprehensión contra diversos funcionarios de la FGE, entre ellos policías, ministerios públicos y peritos, que habrían participado en la manipulación de evidencias y la construcción de una versión falsa de los hechos.
Rocha Moya, aunque evitó entrar en detalles por no considerarse facultado para emitir opiniones profundas sobre el caso, fue claro en una afirmación: “Nadie está excluido de ser investigado”. Esta declaración llega en un momento crítico, donde la atención pública y mediática está centrada en la posibilidad de que altos funcionarios de la Fiscalía estatal sean procesados. El mandatario estatal recordó que desde un principio solicitó la intervención de la FGR para que esta tomara el control de la investigación, buscando así evitar “sospechas y dudas” sobre la imparcialidad del proceso.
La FGR ha revelado que Cuén Ojeda habría sido asesinado en la finca Huertos del Pedregal, un lugar de relevancia en el mundo criminal, ya que anteriormente habría sido utilizado para la retención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, previo a su traslado a los Estados Unidos. Este descubrimiento desmantela la versión inicial ofrecida por la FGE, la cual afirmaba que el exrector fue víctima de un intento de asalto en una gasolinera. Estos informes iniciales ahora se consideran parte de un montaje que intentaba desviar la atención del verdadero trasfondo del asesinato.
Una de las pruebas más contundentes presentadas por la FGR fue la presencia de sangre humana en la batea del vehículo utilizado en el montaje de la gasolinera. Las muestras correspondían a Rodolfo Chaidez, presunto integrante del equipo de seguridad de ‘El Mayo’ Zambada, quien actualmente se encuentra desaparecido. Esta revelación profundiza las sospechas sobre una posible conexión entre el asesinato de Cuén Ojeda y los cárteles de la droga, lo que pone en entredicho la versión ofrecida por las autoridades locales desde el inicio.
Tras estas revelaciones, las autoridades federales han solicitado una serie de órdenes de aprehensión. Sin embargo, estas fueron rechazadas por un juez federal en Culiacán, lo que llevó al Ministerio Público de la Federación a buscar otras vías legales para conseguir los mandatos judiciales necesarios. Las declaraciones de Rocha Moya en este contexto fueron interpretadas como un respaldo a la FGR y una llamada de atención a todos los involucrados, al afirmar que “contra todo van a actuar” y que cada quien deberá asumir su responsabilidad.
El caso ha provocado un terremoto en las instituciones judiciales de Sinaloa. La renuncia de Sara Bruna Quiñonez Estrada, quien hasta hace poco ocupaba el cargo de fiscal general de Sinaloa, añade un nuevo capítulo de incertidumbre sobre el futuro de la investigación. Aunque su salida no ha sido directamente vinculada al caso Cuén Ojeda, la coincidencia de los tiempos ha generado especulaciones en torno a su motivación.
Mientras tanto, el caso sigue siendo un tema candente para la administración de Rocha Moya, quien, a pesar de los intentos por evadir una discusión a fondo, ha dejado claro que su postura es de apoyo a las acciones de la FGR y la búsqueda de justicia, sin importar a quiénes afecte dentro del aparato estatal. Las investigaciones continúan, y la ciudadanía sigue esperando respuestas claras sobre uno de los crímenes más sonados en la historia reciente de Sinaloa.