Sheinbaum exige disculpa de Calderón tras sentencia a García Luna por vínculos con el narcotráfico

La presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó duramente a Felipe Calderón por desvincularse de los crímenes de su exsecretario de Seguridad Pública, sentenciado a 38 años de prisión.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lanzó una fuerte crítica al expresidente Felipe Calderón Hinojosa tras la sentencia de 38 años de prisión dictada contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Calderón. García Luna fue condenado por sus vínculos con el crimen organizado, específicamente por colaborar con el Cártel de Sinaloa, en un juicio que ha sacudido el panorama político y de seguridad en México.

En una conferencia de prensa, Sheinbaum calificó como “cínica” la respuesta de Calderón ante la condena, en la que el expresidente se deslindó de cualquier conocimiento sobre los crímenes de su excolaborador. Calderón aseguró que durante su mandato no tuvo “evidencia verificable” de que García Luna estuviera coludido con el narcotráfico, a pesar de haber encabezado una guerra contra el crimen organizado, una estrategia de seguridad que marcó su administración.

Sheinbaum, en un tono enérgico, declaró que Calderón debería disculparse públicamente en lugar de intentar justificar su gobierno: “Lo que debería hacer es pedir perdón al menos”, sentenció. Para la presidenta, es inverosímil que el exmandatario, quien lanzó una ofensiva total contra el narcotráfico, no estuviera al tanto de las acciones de quien estaba a cargo de la seguridad nacional y que fue, según el veredicto del tribunal estadounidense, parte de la maquinaria criminal del Cártel de Sinaloa.

“La publicación de Felipe Calderón es muy cínica: ‘yo no sabía nada pero llamo a todas las fuerzas a que combatamos a la delincuencia organizada como yo lo hice’. ¿Cómo que ‘como tú lo hiciste’?, si pusiste al frente de eso a un personaje que hoy está juzgado como narcotraficante”, arremetió Sheinbaum en referencia a un reciente mensaje que el exmandatario publicó en redes sociales.

Durante su comparecencia, la mandataria federal también señaló la gravedad de que García Luna hubiera ocupado un puesto clave en la seguridad del país no solo en el sexenio de Calderón, sino también en la administración anterior, encabezada por Vicente Fox Quesada (2000-2006). Según Sheinbaum, las investigaciones señalan que García Luna ya estaba involucrado con el Cártel de Sinaloa desde el 2001, sin que se tomaran acciones para investigar o frenar su colusión con el crimen organizado.

A pesar de la dureza de sus palabras, Sheinbaum aclaró que no se está llevando a cabo una investigación en contra de Calderón, pero resaltó que el expresidente no debería lavarse las manos respecto a la actuación de su principal colaborador en materia de seguridad. “Es inadmisible que después de cinco años de juicio, Calderón hable como si no hubiera tenido responsabilidad alguna en este tema”, subrayó.

Sheinbaum también criticó la estrategia de seguridad implementada durante el mandato de Calderón, calificando como inaceptable que se haya declarado una “guerra” en su propio país, que permitió condiciones de violencia y enfrentamientos armados en diversas regiones. Según la presidenta, esta política fue un fracaso que dejó un saldo de miles de muertos y desaparecidos, y que fue conducida bajo la tutela de alguien que ahora ha sido condenado por colaborar activamente con el narcotráfico.

La condena de Genaro García Luna ha reavivado el debate sobre la gestión de la seguridad en México y el legado del gobierno de Calderón, así como el impacto de la llamada “guerra contra el narcotráfico”. Para Sheinbaum, el caso no solo refleja un episodio oscuro en la historia reciente del país, sino que pone en entredicho la credibilidad de quienes estuvieron al frente de las decisiones más importantes en materia de seguridad.

La reacción de Sheinbaum ha generado un amplio eco en el ámbito político, donde diversas figuras han opinado sobre la responsabilidad de Calderón y la legitimidad de su postura frente a los hechos. La postura de la mandataria parece alinearse con una visión crítica de la llamada “guerra contra el narco”, que muchos consideran una estrategia que exacerbó la violencia sin lograr una verdadera disminución del poder de los cárteles.

Por otro lado, Calderón se ha mantenido firme en su discurso, insistiendo en que su administración actuó con la intención de combatir frontalmente al crimen organizado y que, en su momento, no contaba con pruebas que involucraran a García Luna en actividades ilícitas. Sin embargo, las declaraciones de Sheinbaum apuntan a una responsabilidad más amplia que trasciende las acciones individuales del exsecretario de Seguridad Pública.

Este enfrentamiento entre la actual presidenta y el expresidente ha puesto nuevamente en el centro del debate el legado de la lucha contra el narcotráfico y las consecuencias de las decisiones políticas de los últimos sexenios. Con la sentencia a García Luna como trasfondo, la discusión sobre cómo combatir el crimen organizado en México parece más vigente que nunca.