La Fiscalía de EEUU evalúa la posibilidad de solicitar la pena de muerte para ‘El Mayo’ Zambada.
Este viernes 18 de octubre, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, compareció por segunda vez ante la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn. A las 9:00 horas, hora centro de México, el narcotraficante se presentó vestido con un uniforme beige de prisionero, mostrando un aspecto más rejuvenecido que en sus audiencias previas.
Frente al juez Brian M. Cogan, quien ha sentenciado a figuras clave como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Genaro García Luna, la Fiscalía de Estados Unidos comunicó que está considerando la posibilidad de solicitar la pena de muerte contra Zambada. Esto, según los fiscales, debido a la gravedad de los cargos que enfrenta, los cuales incluyen tráfico de fentanilo, un opioide relacionado con la crisis de sobredosis que afecta a EE.UU., así como su liderazgo en el Cártel de Sinaloa durante los últimos ocho años.
La audiencia, que tuvo lugar en la sala 10-A sur de la corte, fue breve pero intensa. El juez Cogan decidió catalogar el caso como “complejo”, sugiriendo que el proceso judicial será largo. Durante la sesión, el juez no se dirigió directamente a Zambada, y solo cuestionó a los fiscales sobre si contemplan solicitar la pena capital, a lo que respondieron que es una opción que evaluarán.
Zambada, a quien se le acusa de 17 delitos, entre ellos tráfico de drogas y conspiración, escuchó atentamente todas las intervenciones. El narcotraficante se ha declarado inocente desde su primera comparecencia, el pasado 13 de septiembre de 2024. En esta ocasión, Zambada mantuvo su postura silenciosa, únicamente interviniendo para preguntar si debía ponerse de pie cuando su abogado, Frank A. Pérez, fue presentado al juez. “Siéntese”, le indicó su defensor, según reportó el periodista Ángel Hernández.
Uno de los puntos más destacados de la audiencia fue la mención del fentanilo como uno de los cargos más graves en su contra. El opioide, que ha causado una devastadora crisis de muertes por sobredosis en Estados Unidos, se ha convertido en una prioridad para las autoridades norteamericanas, y Zambada es señalado como uno de los principales responsables de su tráfico. Esta acusación podría agravar aún más su situación legal y aumentar la probabilidad de enfrentar una pena máxima.
El Departamento de Justicia también subrayó que, a diferencia de otros narcotraficantes, Zambada no fue extraditado de México, sino que fue detenido el 25 de julio en El Paso, Texas, en circunstancias que aún no han sido completamente aclaradas. A diferencia de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Zambada continuó al frente del cártel durante ocho años más tras la captura de su exsocio en 2016, lo que lo convierte en un blanco aún más relevante para las autoridades estadounidenses.
Otro de los factores que podría influir en la decisión de la Fiscalía para solicitar la pena de muerte es el impacto que el tráfico de fentanilo ha tenido en la salud pública de Estados Unidos. El uso de este opioide ha provocado un aumento dramático en las muertes por sobredosis en los últimos años, y el gobierno de EE.UU. ha intensificado su persecución de los responsables de su distribución. De confirmarse esta solicitud, sería un paso sin precedentes en la lucha contra el narcotráfico en el país.
Durante la audiencia, Zambada mostró una actitud tranquila y meticulosa. Acompañado de un intérprete de español, tomó notas constantemente, pero se abstuvo de hacer declaraciones importantes. A pesar de su aparente serenidad, el narcotraficante enfrenta uno de los procesos judiciales más serios de los últimos años, con la posibilidad de enfrentar una pena de muerte que marcaría un precedente en los casos de líderes del narcotráfico mexicano en EE.UU.
La próxima audiencia se ha programado para el 15 de enero de 2025. El proceso legal, tal como lo calificó el juez Cogan, será largo y complejo, con la posibilidad de que se prolongue por años antes de que se dicte una sentencia definitiva. Entretanto, la expectativa sobre si la Fiscalía decidirá solicitar la pena de muerte sigue generando tensión tanto en México como en Estados Unidos.