Violencia en Sinaloa: 34 asesinatos en tres días tras escalada entre Los Chapitos y La Mayiza

Sinaloa vive su semana más violenta en años; 53 homicidios en siete días tras pugnas entre facciones del Cártel de Sinaloa.

Sinaloa enfrenta un periodo de violencia sin precedentes que ha azotado sus municipios desde el inicio de una feroz disputa interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa, conocida como “Los Chapitos” y “La Mayiza”. Este 28 de octubre se cumplen siete semanas de un conflicto que ha cobrado 53 vidas en los últimos siete días, y que alcanzó un punto crítico durante el pasado fin de semana, entre el viernes 25 y el domingo 27 de octubre, cuando fueron confirmados 34 homicidios.

La Fiscalía General del Estado (FGE) reportó que el viernes 25 se abrió un total de seis carpetas de investigación por homicidio doloso, con once víctimas. En esta jornada, nueve asesinatos fueron registrados en Culiacán y dos más en Navolato. Estas cifras, que reflejan una intensidad de violencia no vista en más de una década, ilustran la gravedad de la situación que enfrenta Sinaloa.

El sábado 26 de octubre, la violencia escaló aún más, consolidándose como uno de los días más sangrientos desde el recrudecimiento del conflicto. La Fiscalía confirmó el hallazgo de catorce personas asesinadas a lo largo de la jornada, con Culiacán como epicentro de los ataques. El municipio fue escenario de múltiples crímenes, destacando la aparición de cuerpos en distintos puntos de la ciudad. Entre estos lugares, la colonia Guadalupe Victoria y las carreteras que conectan a Culiacán con localidades aledañas, como El Dorado, registraron la mayor cantidad de víctimas. En una escena particularmente impactante, una cabeza humana fue localizada en una hielera en la colonia República Mexicana, acompañada de un mensaje atribuido a La Mayiza, liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias ‘Mayito Flaco’.

La situación continuó en Navolato, donde se hallaron tres cuerpos en el poblado de San Blas, y en Mazatlán, donde dos personas fueron localizadas sin vida, una de ellas en la colonia Villa de las Flores y otra en el parque Martiniano Carbajal de la colonia Centro. Las autoridades también informaron que, el domingo 27 de octubre, la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa (SSP) confirmó un saldo de nueve homicidios adicionales, cerrando así un fin de semana de cifras alarmantes.

Este nivel de violencia refleja el profundo impacto del conflicto entre Los Chapitos y La Mayiza en el estado, que ha visto multiplicarse los crímenes en sus municipios. La confrontación entre estas facciones, ambas dentro del Cártel de Sinaloa, ha transformado zonas habitualmente transitadas en escenarios de crímenes brutales. Los reportes sugieren que los homicidios se producen en áreas públicas, lo que ha generado alarma entre la ciudadanía y puesto a las autoridades en máxima alerta.

El aumento de los asesinatos ha generado preocupación entre los habitantes, quienes denuncian la falta de una respuesta eficaz por parte de las autoridades, en un contexto donde las fuerzas de seguridad estatales y federales parecen sobrepasadas por la magnitud de la violencia. Los recientes sucesos han incrementado las exigencias de la población hacia el gobierno para restaurar la seguridad y el orden en la región, ya que el conflicto no solo ha cobrado decenas de vidas sino que ha sembrado el temor en las comunidades de todo Sinaloa.

La violencia desbordada que vive el estado responde a una batalla por el control de territorios estratégicos para el narcotráfico. Sinaloa, una de las zonas más fértiles y codiciadas para la producción y el tráfico de drogas, ha sido tradicionalmente controlada por el Cártel de Sinaloa, una organización cuya hegemonía ahora está dividida entre facciones en pugna. Estas disputas, según expertos en seguridad, están destinadas a seguir afectando a la población civil si no se toma un enfoque integral para contenerlas.

En tanto, las autoridades continúan los operativos en busca de los responsables y aseguran que mantendrán presencia en las zonas más afectadas. Sin embargo, los residentes de Sinaloa viven con la incertidumbre de cuánto tiempo más se prolongará la guerra entre facciones y temen que las cifras de violencia sigan escalando en los próximos días.