El senador Fernández Noroña alerta sobre una crisis institucional si la Corte invalida la reforma judicial.
En un escenario de tensiones entre poderes que amenaza con escalar, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, advierte sobre las graves consecuencias de una posible declaración de inconstitucionalidad por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra la reforma judicial impulsada por la administración de la Cuarta Transformación (4T). Con una mayoría calificada en ambas cámaras, el Congreso aprobó recientemente la elección popular de jueces y magistrados, una medida que busca revolucionar la forma en que se seleccionan los juzgadores en México y que, de acuerdo con Noroña, representa un mandato directo del pueblo.
En una entrevista con el diario El Universal, Fernández Noroña expresó su profunda preocupación por la creciente tensión entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial. A su juicio, la admisión de recursos y amparos por parte de la SCJN en torno a la reforma judicial es una provocación directa que busca obstaculizar los cambios aprobados. “La actitud del Poder Judicial, de dar entrada a recursos y amparos sin tener atribuciones, es una clara provocación”, afirmó el senador, añadiendo que si la Corte se atreviese a declarar inconstitucional una parte de la reforma, el conflicto podría alcanzar proporciones sin precedentes en la historia del país.
Llamado al diálogo para una transición gradual
Aunque consciente del delicado momento político, Fernández Noroña subraya la importancia del diálogo para lograr una implementación ordenada de la reforma, proponiendo un acuerdo de transición que permita la aplicación gradual de los cambios sin causar fricciones innecesarias entre los poderes. Sin embargo, el presidente del Senado no oculta su escepticismo respecto a las intenciones del Poder Judicial y menciona que “la experiencia muestra que ese poder ‘no cumple su palabra’”.
El conflicto entre la SCJN y el Poder Legislativo ha alcanzado nuevos niveles de tensión en los últimos meses, y la insistencia de Fernández Noroña en una transición pacífica y ordenada refleja, en parte, su visión de que cualquier colisión institucional tendría consecuencias nefastas. “Este escenario en el que estamos, sobre todo si va hacia una colisión, no le conviene a nadie, nadie sale beneficiado en un escenario de esa naturaleza, ni el país, ni el movimiento, ni el Poder Judicial, nadie”, subrayó, apelando a la responsabilidad de todos los involucrados.
“El corazón de la discusión”: la elección popular de jueces y magistrados
La reforma judicial en cuestión tiene como uno de sus principales objetivos permitir la elección popular de los juzgadores. Según Noroña, esta medida constituye el núcleo de la discusión y es lo que representa un verdadero cambio para la actual administración. Las restantes controversias y críticas, desde su perspectiva, son poco más que distracción y retórica. “El Poder Judicial pretende erigirse por encima del Poder Legislativo, del Poder Ejecutivo y del soberano, que es el pueblo; es el colmo de la arrogancia”, declaró.
El senador también aclaró que la reforma no implica el reemplazo inmediato de los actuales integrantes de la Suprema Corte y otros juzgadores, quienes tendrán la opción de presentarse a la elección en 2025 si así lo deciden. Con ello, subrayó que se ha respetado el derecho de todos los actuales funcionarios judiciales a presentarse nuevamente para conservar sus cargos, aspecto que, a su juicio, ha sido insuficientemente comunicado.
Una reforma apoyada en el mandato popular
Para Fernández Noroña, esta reforma es un mandato popular, y cualquier acuerdo de transición que surja no debe comprometer esta voluntad expresada en las elecciones del pasado 2 de junio. “El acuerdo de transición no pasa porque transijamos en lo que es un mandato popular del 2 de junio de este año”, afirmó.
Pese a la tensa situación, Noroña enfatizó su convicción de que la estabilidad y el diálogo entre poderes son fundamentales para evitar un escenario de conflicto en el que, según su perspectiva, el único perjudicado sería el país. La advertencia de Noroña llega en un momento crucial para la política mexicana, mientras el país espera ansiosamente la decisión de la Suprema Corte respecto a esta controvertida reforma. El senador subrayó su compromiso de lograr una transformación en el sistema judicial que beneficie a todos los mexicanos, recordando a todos los actores la responsabilidad de evitar una crisis interinstitucional sin precedentes.